Las políticas del BCE en lo peor de la crisis fueron un bálsamo para la economía española. La institución, encabezada por Mario Draghi, puso en marcha medidas para favorecer la recuperación económica y sostener el euro. Para ello inició un programa de compra de deuda pública, un sistema que inyectaba dinero mientras, al mismo tiempo, rebajaba los costes de financiación y anclaba el Euribor en indices negativos. Su efecto fue reducir el déficit y ayudar al crecimiento económico. Pero ahora, el presidente del BCE ha anunciado el fin de esta política para 2020. ¿Cómo afectara al mercado inmobiliario?
La inyección de liquidez y los tipos de interés anclados en mínimos han ayudado al sector inmobiliario, uno de los principales indicadores de la salud de la economía española. Mantener el Euribor en índices negativos ha permitido a las entidades bancarias abrir de nuevo el grifo del crédito, estimulando a los hogares y empresas a volver a apostar por el crédito. Pero se acerca el momento en que se reduzca la financiación y aumenten los tipos de interés. En ese panorama, muchas familias que optaron por las hipotecas de tipo variable verán como aumenta gradualmente la letra de la hipoteca, reduciendo su capacidad económica y, por lo tanto, reduciendo el consumo. Es posible que pueda volver a producirse una desaceleración de la economía por esta causa.
Nos encontramos en este momento a un año y medio del fin de esta política económica, que hay que recordar que fue excepcional. Toca volver a la normalidad. Diversas fuentes inmobiliarias recomiendan blindar nuestras hipotecas contratando o cambiando al tipo fijo, de manera que estas no se vean afectadas por el incremento del índice del Euribor que vamos a ver próximamente. Una manera perfecta de aprovechar las ventajas actuales del mercado inmobiliario mientras nos preparamos para un reajuste que, a pesar de que se ha anunciado que será gradual, puede tener un impacto notable en nuestros bolsillos.
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