El Euribor, principal índice hipotecario europeo, cerró el mes de noviembre cayendo hasta el -0.189%, un nuevo mínimo histórico que se traduce en una bajada de la cuota de 73 euros de media para quienes les toque revisión. En el mes de noviembre, la tasa diaria se situó en el -0,189% hasta el día 17, cuando registró un indice del -0,192%. Desde entonces el indicador ha seguido oscilando hasta llegar a la cifra con la que acaba de empezar el mes de diciembre.
El Banco Central Europeo es el principal responsable de estas cifras gracias a haber decidido mantener los estímulos económicos a pesar del crecimiento. La política ultraexpansiva del BCE lleva dando sus frutos desde 2016, cuando logró que el índice hipotecario europeo entrará en número negativos por primera vez en toda su historia. Con la cifra de noviembre ya son veintidós meses consecutivos de caídas por debajo del 0%, especialmente en los meses de septiembre, octubre y noviembre. La caída del Euribor no ha alterado los planes económicos del BCE, que ha mantenido activos diversos programas de estímulos como la compra de activos por valor de 60.000 millones de euros. Y a pesar de que esa cifra se vaya a reducir a los 30.000 millones en 2018, los expertos aseguran que la tendencia del Euribor se mantendrá a la baja.
Esos mismos expertos celebran este tipo de medidas, ya que consideran que sirven para ampliar la oferta monetaria y provocar un exceso de liquidez que repercute positivamente en el Euribor. La apuesta del Banco Central Europeo es mantener esta tendencia bajista en los índices hipotecarios para favorecer la recuperación y el crecimiento de la economía europea. Y es que, al final, los principales beneficiados de un Euribor bajo son los prestatarios, tanto potenciales como los que tienen derecho a revisión, puesto que pueden financiarse cada vez más barato.
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