Según el dato difundido por el Consejo General de Colegios de Administradores de Fincas (Cgcafe) a través del Estudio Global sobre la Morosidad, la morosidad se redujo un 4% en 2017. El impago bajó hasta los 1.601 millones de euros en comparación con 1.666 millones del año 2016. A pesar de este dato, las comunidades de vecinos en los que algún vecino no ha pagado las cantidades correspondientes ascienden al 39%. Llama la atención que hasta el 7% de las fincas tengan impagos de la comunidad por parte de las entidades bancarias que son propietarias de alguna vivienda del inmueble.
A pesar de todo, el dato es positivo y se prevé que continúe bajando. Se trata de una cifra que llegó a estar en el 50% en los peores años de la crisis, por lo que su caída siempre es una buena noticia. Este impago obliga a las comunidades a tomar medidas, como son subir las cuotas o eliminar servicios comunitarios. Cuando las medidas funcionan, las comunidades pueden llegar a tener superávits en sus cuentas, lo cual revierte en la mejora de los servicios básicos del edifico.
Las comunidades autónomas españolas en las que mas se ha notado esta caída son Asturias, Comunidad de Valencia, Aragón, Cantabria, Cataluña, Castilla-La Mancha, País Vasco y Extremadura. En las que las cifras se han mantenido más o menos igual son Madrid, Canarias, Islas Baleares, La Rioja, Navarra y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla. La medida de deuda de los morosos es de 1.065€, lo cual supone un descenso de 44~en comparación con el año 2017. Sin embargo, las comunidades destacan que sean los bancos quienes adeuden estas cantidades, teniendo en cuenta que son dueños de algún inmueble en hasta el 16% de los edificios residenciales. Por eso piden a las entidades que se pongan al día lo antes posible con los pagos a la comunidad.
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