El mercado inmobiliario español supera al italiano y se sitúa como el más caro del sur de Europa. Según los datos de la agencia estadística europea Eurostat, pese a que en los últimos tres años los precios del mercado español se han ido acercando progresivamente a la media europea, estos siguen siendo más baratos que los registrados de media a nivel de la Unión Europea. Por ejemplo, si hace una década el coste de la vivienda, el agua, la electricidad y el gas en España se situaba un 0,7% por encima de la media de la Unión, en la actualidad es un 7,8% más barato que la media.
Este cambio de tendencia se produce como consecuencia del pinchazo de la burbuja inmobiliaria, que provocó que el precio de la vivienda en España pasara de estar un 1,4% por encima de la media de la Unión Europea, a ser un 10,7% más barato en el mismo año 2015. Sin embargo, desde entonces el diferencial se ha ido reduciendo progresivamente y acerándose a los valores de la media.
Entre los países del sur de Europa, la vivienda es más económica que España en Italia, donde la vivienda es un 8,8% más económica que la media europea; Portugal, donde el gasto supone un 24,5% menos; Chipre, que se sitúa en el 26,7% de la media, Grecia, 43,6%; Malta, 47,2% y Croacia 57% menos. Entre los países de Europa con los precios de la vivienda más baratos se encuentran los países de la Europa del Este, como Bulgaria donde los precios se sitúan un 66,9% por debajo de la media de la Unión, Polonia con un 62,8% inferior; Rumanía con 61,2% y Hungría con un 57,6%. En el lado opuesto se sitúa Irlanda, que es el estado de la Unión Europeo con los precios de la vivienda más cara y donde pagan un 56,7% más que la media de la Unión Europea, seguida de Reino Unido (56,5% más), Luxemburgo (55,8% más) y Dinamarca (52,8% más).
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