Madrid pondrá coto al alquiler de viviendas para uso turístico. Así lo anunciaron ayer el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid, que buscan así presentar batalla a la plataforma de internet que ha revolucionado el alojamiento turístico en todo el mundo. Y es que este sistema, surgido de la tecnología y los nuevos modelos de economía colaborativa, supone un importante perjuicio para los negocios hosteleros tradicionales, que se quejan de que el marco normativo de AirBNB es mucho más laxo o, incluso, virtualmente inexistente.
En Madrid hay 73.331 camas a la venta en esta conocida plataforma de internet, en contraste con las 92.955 que ofrecen los hoteles tradicionales. Sin embargo, las asociaciones que han llevado a cabo este estudio se quejan de la falta de opacidad de AirBNB, que recientemente anunció una actividad económica de 447 millones de euros en 2016 solo en la capital. A pesar de la falta de datos, la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT) afirma que se está produciendo un crecimiento de la actividad de esta plataforma en Madrid, puesto que las camas ofrecidas en el año 2015 se cifraban en 40.000. Por ello, el edil de urbanismo José Manuel Calvo, ha anunciado una batería de medidas con el objetivo de regular esta actividad y evitar que se monten “hoteles encubiertos”.
Limitar el número de jornadas en que se puede alquilar la vivienda, establecer una tasa turística o encarecer los impuestos a las plataformas son algunas de las medidas que se están barajando desde el consistorio. El gobierno regional indicó que no buscaba demonizar ni prohibir plataformas como AirBNB, pero señalan la necesidad de ordenar esta actividad para evitar los abusos y los fraudes. Desde las asociaciones hoteleras ya se ha advertido que la situación no se resolverá con más impuestos, y proponen que el gobierno fije un marco global que regule los pisos turísticos a nivel nacional.
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