La Navidad cada vez llega antes. Todos soltamos esta frase durante el mes de noviembre, cuando vemos que todavía no hemos quitado la decoración de Halloween y hay quien ya ha empezado con la de Navidad. En las calles se pueden ver las luces navideñas, los supermercados ya venden polvorones y turrones, y los centros comerciales empiezan a anunciar sus grandes promociones navideñas. Muchos se declaran en rebelión ante esta situación, negándose a colocar los adornos hasta pocos días antes de la Nochebuena. Sin embargo, hay estudios que afirman que las personas que cuelgan la decoración navideña con antelación son más felices y sociables.
Psicólogos ingleses afirman que es una cuestión de nostalgia. En una sociedad cada vez más individualista y estresada, las personas buscan sentir cuanto antes la felicidad, sencillez y familiaridad que la Navidad evoca. Las decoraciones nos retrotraen a la infancia, cuando la Navidad era la mejor época del año. Una forma de revivir esos momentos, buscando que la emoción dure el máximo tiempo posible. Y es que, además de hacernos más felices, decorar la casa anticipadamente también nos hace más sociables y accesibles. Una decoración anticipada hace que nuestros vecinos nos vean como personas más alegres y felices, lo cual hará que quieran relacionarse más con nosotros. Una casa engalanada para la Navidad sirve para contagiars de ese espíritu alegre y generoso que sentimos durante esos días.
Por lo tanto, si te has planteado sacar el árbol, pero piensas que aún es demasiado pronto, nosotros te animamos a hacerlo, especialmente si tienes hijos. La diversión y las emociones que nos hace sentir el espíritu navideño no tiene fechas establecidas, de ahí que lo mejor para nuestra salud mental sea celebrar la navidad cuando nos sale de dentro. ¡Qué importa que aún estemos a mediados de noviembre!
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