La economía española registró en 2017 la misma senda ascendente que venía teniendo en los dos años anteriores, con una elevada actividad de su sector empresarial y la consiguiente disminución del desempleo. La creación de nuevas empresas, si bien fue un 7,2% menor que la alcanza en el año anterior, siguió siendo muy destacada, con una cifra total de casi 95.000 nuevas sociedades (en 2016 se superaron las 100.000 nuevas sociedades por primera vez desde 2008).
Pero, ¿qué tiene que ver eso con el sector inmobiliario? Pues que según los datos del Colegio de Registradores de España publicados, el 20% de esas nuevas sociedades pertenecen a los sectores de la construcción y el inmobiliario. Y es que el peso de la actividad de las nuevas empresas del sector inmobiliario sobre el total del nuevo entramado empresarial español pasó del 7,98% del 2016 al 9,33% de 2017, un 14% más que evidencia una clara muestra del auge del sector de un año para otro. Los otros dos sectores protagonista durante el año fueron el comercio y otros servicios no financieros o de comunicaciones (45%) y la hostelería (11%).
En cuanto a la forma jurídica en la que se constituyeron las nuevas empresas, el 98,8% del total se crearon como sociedad limitada, mientras que las sociedades anónimas sólo representaron un 0,4% del total. Por su parte, las fusiones bajaron en número un 9% hasta las 1.646 operaciones, con predominancia por las absorciones (1.609 operaciones) sobre las fusiones por unión (37 operaciones). Además, en el ejercicio pasado se extinguieron un total de 28.754 sociedades, lo que supone un incremento del 5,1%. La cifra total de extinciones supone un 30,3% sobre la de nuevas empresas creadas, una cifra cuatro puntos porcentuales más que la registrada en 2016 pero que sigue siendo un buen indicador de la salud de la economía española. De hecho, el número de concursos de acreedores descendió de nuevo un 9,3% hasta los 3.484 concursos, el dato más bajo desde 2009.