Es un hecho: el Euribor a todos los plazos ya cotiza bajo cero y continúa su trayectoria descendente. Por eso hoy destacamos un artículo de El País en el que intentan dar respuesta a una cuestión que hace unos años sería insólita pero que hoy es ya una realidad a la que conviene ir dando respuesta: ¿cómo nos afecta el Euribor en negativo tanto si tenemos hipoteca como si la vamos a pedir? Así las cosas todo parece indicar que los hipotecados a tipo variable, cuya fórmula de cálculo se estipule sumando un diferencial al Euribor, experimentarán ‘una sorpresa en las próximas revisiones: el Euribor aplicable podría tener un menos delante de su valor’.
El autor del artículo, Pau A. Montserrat se pregunta: ¿qué efecto tendría en la nueva cuota? ¿Cobrar por estar hipotecado, una reducción del pago mensual o no tendría efecto? Si el valor absoluto del Euribor helado superara al diferencial, el tipo de interés aplicable sería negativo, lo cual ¿implicaría cobrar por haber pedido dinero a préstamo?
Según apunta el autor, la banca ya ha dejado claro que «es contradictorio» tener que «pagar por pedir prestado», y que, en todo caso, quien tiene que decidir son los tribunales. No obstante, la mayor parte de los hipotecados optarían a una reducción de su cuota, con intereses que por primera vez en su historia estarían por debajo del diferencial pactado.
Dicho esto: ¿qué pasa con aquellos que están a punto de pedir una hipoteca? Según El País, la curva de tipos que beneficia a muchos hipotecados puede perjudicar en cierta medida a los nuevos solicitantes. Este 2016 es un año de despegue inmobiliario, gradual pero ascendente. Los bancos quieren captar clientes solventes y compiten en condiciones hipotecarias, pero este hecho tan común que puede verse atenuado si el escenario de tipos negativos ha llegado para quedarse: la competencia en rebaja de los diferenciales se ha estancado.