Si en entradas anteriores hablábamos de que uno de los principales indicadores que nos permitía saber que el mercado residencial español va viento en popa es el de las compraventas que se completan, existe otro que también es de suma trascendencia para predecir lo que dará de sí el sector en un futuro: el de los visados de obra nueva. Y es que este tipo de permisos para construir nuevos inmuebles de uso residencial en nuestro país es el que permite seguir ampliando el parque de viviendas, el cual en España se caracteriza por padecer cierta obsolescencia.
En este sentido, los visados autorizados de obra nueva para uso residencial en España llegaron a las 53.977 unidades en los primeros ocho meses de 2017, una cifra que supone un aumento del 26% en comparación con el mismo periodo de 2016, que fue de 42.869 unidades. Así pues, los permisos para construir pisos se mantienen en la misma senda ascendente que se viene registrando durante el resto del año y los dos años anteriores, pues ya son tres años consecutivos en los que este indicador se mantiene en positivo. Son los datos que maneja el Ministerio de Fomento.
Por tipo de vivienda, del total de visados de obra nueva concedidos hasta el mes de agosto, hasta 40.773 fueron para la construcción de pisos en bloque, lo que supuso un incremento interanual del 28,4%, y otros 13.178 para viviendas unifamiliares, con un incremento interanual del 18,6%. Estas cifras evidencian la evolución ascendente del sector, que ya registró una subida del 42,5% en 2015 y del 28,9% en 2016. Lejos quedan ya las cifras del 2013, cuando los visados marcaron un mínimo histórico cayendo hasta las 34.288 unidades. Eso sí, todavía sigue existiendo mucha distancia con los 865.561 visados del año 2006, un desplome acumulado del 96%.