Como cada final de mes, el sector inmobiliario presta especial atención a la evolución que presenta el índice hipotecario por excelencia: el Euribor. Y es que la mayoría de hipotecas de nuestro país siguen estando ligadas a los cambios que presenta el indicador, cuyo estado a su vez viene determinado por las políticas monetarias del Banco Central Europeo (BCE). Así pues, el Euribor cerró el pasado mes de mayo marcado un mínimo histórico del -0,131%, un nuevo récord negativo que abarata en 72,84 euros al año aquellas hipotecas que vayan a ser revisadas.
Durante el quinto mes del año, el indicador siguió su tendencia bajista con una media mensual de -0,127%, comenzando el mes con un -0,121% y bajando paulatinamente hacia el -0,131% que se registró el día 31 del mes. Con estos valores, una hipoteca tipo a la que le toque revisión de unos 120.000 euros a 20 años y con un diferencial +1% tendrá una rebaja de alrededor de 6 euros al mes.
De esta forma, el Euribor encadena más de un año en terreno negativo, desde febrero de 2016, momento en el que el indicador pasó por primera vez en la historia la barrera del 0% debido a la intención del BCE de fortalecer la zona euro facilitando el acceso a la financiación. Por tanto, ya son 15 meses consecutivos en los que la situación se repite, aunque hay que tener en cuenta que las caídas han ido aminorando con el tiempo.
El sector económico parece coincidir en que esta tendencia seguirá su curso mientras desde el BCE no se realicen cambios en la política monetaria. Eso sí, se avisa de que estas medidas también generan cierta inflación en el mercado, pues el fácil acceso a financiación por parte de los consumidores también conlleva un aumento de los precios. En este sentido, los expertos avisan de que se podría caer en una descompensación entre oferta monetaria y necesidad real de crédito bancario.
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