Pues ni Marbella, ni la Moraleja… Zarautz es el municipio que tiene los precios inmobiliarios más caros de nuestro país. En concreto, según un estudio publicado por Idealista, el metro cuadrado de vivienda usada en este municipio guipuzcoano se vende a 4.345 euros.
De esta forma, Zarautz se pone por delante de San Sebastián, que habitualmente había reinado en las estadísticas como la ciudad más cara para la compra de vivienda, aunque si bien es cierto ésta le sigue desde muy cerca, ya que la capital guipuzcoana se sitúa en el tercer lujar del ranking con un precio medio de 3.894 euros por metro cuadrado.
¿Y en segundo lugar? Ahora sí, por delante de San Sebastián se sitúa La Moraleja (4.231 euros/m2), uno de los tradicionales mercados de lujo de Madrid y el único mercado no vasco ni catalán entre los 10 primeros. Cabe destacar que La Moraleja no es un municipio reconocido pero sí es considerado como tal por los autores del informe, ‘debido a que cuenta con un tipo de producto muy diferente al del municipio en el que se encuentra y tiene un número de anuncios suficiente para ser estadísticamente relevante’.
Si seguimos repasando el ‘top’ 10 de los mercados del lujo que recoge El País, éste se distingue por una hegemonía repartida entre municipios de las comunidades vasca y catalana: Sitges (Barcelona), donde los propietarios piden 3.613 euros/m2, Barcelona (3.478 euros/m2), Getxo (Vizcaya) con 3.264 euros/m2), Calella (Girona) con 3.236 euros/m2, S’Agaró (Girona) con 3.152 euros/m2, Sant Cugat del Vallès (Barcelona) con 3.090 euros/m2 y Hondarribia (Guipúzcoa) con 3.061 euros/m2), completan el ranking.
Los precios en estos exclusivos municipios como mínimo duplican el precio medio de la vivienda usada en España, situado en el primer trimestre de 2016 en 1.552 euros/m2, mientras que los municipios más económicos se sitúan alrededor del 60% por debajo de esta media. De hecho, comprar un piso en el municipio más caro de España (Zarautz) es hasta un 885% más caro que adquirirlo en la localidad más barata, L’Ollería, en la provincia de Valencia, donde los propietarios piden sólo una media de 441 euros por cada metro cuadrado.
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