El mercado de la vivienda española está viviendo momentos dulces. La reactivación del crédito permite a las familias de nuestro país poder adquirir una vivienda con más garantías que años atrás debido a que sus ingresos también son mayores gracias la creación de empleo. En este sentido, España es uno de los países europeos en los que más accesible es obtener una hipoteca, por lo que hasta el 83% de las familias del país tienen su vivienda en propiedad. Este escenario queda muy alejado del de países como Reino Unido o Estados Unidos, que alcanzan una tasa del 70% de ciudadanos con una propiedad inmobiliaria. Detrás también vendrían otros como Holanda, con un 50% de sus ciudadanos poseedores de un inmueble, Alemania (con algo más del 40%) y Suiza (con sólo 38%), entre otros mercados desarrollados. Son datos extraídos del informe ‘Comparativa internacional de la oferta de productos hipotecarios’, realizado por la Asociación Hipotecarios de Estados Unidos.
El protagonismo de la propiedad respecto al alquiler en nuestro país se debe a que, por cuestiones culturales, los españoles optan por comprar una vivienda a modo de inversión, la cual pasa a ser una parte mayoritaria de su patrimonio. Además, los incentivos fiscales en materia de vivienda siempre han sido favorables a aquellos que apuestan por comprar con respecto a los que prefieren arrendar un piso.
De hecho, los tipos de interés hipotecarios en España pasaron del 11% en 1995 a estar ligeramente por encima del 3% durante la primera mitad de los años 2000. Mientras tanto, los compradores alemanes y estadounidenses obtenían acceso a la financiación de sus viviendas a un tipo promedio de entre el 5 y el 6%. Esto explica también por qué la deuda hipotecaria de las familias españolas era alrededor del 60% del PIB al inicio de la crisis mientras que en países como Dinamarca, Holanda, Suiza y Estados Unidos era de hasta el 90% de sus economías.