En un momento en el que la vivienda ocupa un lugar central en las preocupaciones sociales, resulta paradójico que en España haya hasta 3,4 millones de viviendas vacías. Esto no resulta en absoluto barato, pues tener una vivienda sin ocupantes tiene un coste que oscila entre los 1.800 y los 2.300 euros anuales, considerando el pago de impuestos, seguros, suministros, cuotas comunitarias y la eventual reparación de desperfectos. Son datos ofrecidos por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) a partir del estudio analítico basado en 18 viviendas de 77 metros cuadrados ubicadas a lo largo de la costa española. ¿El resultado? El coste medio de mantenimiento de un piso es de 1.791 euros al año.
Si desglosamos la ‘factura’, lo que más dinero nos va a costar es la comunidad de vecinos, cuyos gastos no se pueden eludir. Dependiendo de los servicios, tamaño y zonas comunes de la finca, las cuotas comunitarias irán de los 200 a los 1.140 euros anuales, lo que hace una media de 634 euros.
En cuanto a los suministros, las partidas presupuestarias que destinaremos irán en función de la zona en la que se encuentre el inmueble en cuestión. El mantenimiento del agua supone un coste de unos 216 euros anuales, según el OCU. En el caso de la luz, para una potencia estándar contratada de 4,4 kW su manteamiento estará en torno a los 185 euros anuales sin contar impuestos. En gas, con calefacción, haremos un desembolso de unos 105 euros. Si el contador está en alquiler habría que añadir 46,32 euros anuales más para gas y 11,76 euros anuales en luz (con contador digital).
Llegados a este punto, y puestos a seguir querer conservando nuestro piso vacío, cabría preguntarse: ¿qué podemos hacer para que estas cifras disminuyan? Pues o bien reducimos al máximo la potencia o damos de baja los suministros, aunque recuperarlos no sale gratis y dependiendo del tiempo que ha estado de baja, la distribuidora puede entender que es un alta nueva.