Mientras el mercado de la vivienda en España sigue su tendencia al alza con un aumento de la demanda que ya viene prologándose durante más de dos años, el sector de la construcción sigue registrando cifras que aún quedan lejos de los datos que se daban en momentos previos a la crisis económica. Este parón en la construcción se explica por el stock que todavía queda por venderse y que cada día va reduciéndose un poco más.
En este sentido, la construcción residencial viene obteniendo unas cifras que confirman un cierto estancamiento en el sector. Así pues, según los datos ofrecidos por el Ministerio de Fomento, el 2016 se cerró con una cantidad total de 40.119 viviendas acabadas, lo que representa un descenso del 11,1% en relación a los datos registrados un año antes. Hasta abril de 2016 la cifra sí que estuvo en terreno positivo en comparativa interanual, pero a partir del quinto mes del año cambió la tendencia debido a la estabilización entre oferta y demanda.
Si entramos al detalle de la tipología de los inmuebles acabados, un 98,8% (39.654 pisos) correspondían a promotores privados, mientras que el 1,2% restante (465 pisos) eran de las administraciones públicas. Respecto al 2015, la construcción de inmuebles por parte de promotores bajó un 11,6%, mientras que en el caso de las administraciones públicas hubo un aumento del 41,3%. Este drástico aumento va en la línea de las políticas potenciadas por las administraciones para promover y facilitar el acceso a la vivienda y deflacionar el mercado del alquiler.
La cifra de pisos acabados sigue siendo notable, pero esta nueva caída supone la novena consecutiva para el sector. De hecho, desde el máximo de 641.419 viviendas finalizadas en el año 2007, año que batió récords en el sector inmobiliario, el volumen de inmuebles construidos ha experimentado un descenso del 94%.