La tendencia al alza del mercado inmobiliario en España es una de las primeras consecuencias de la recuperación económica general y del más fácil acceso a la financiación que gran parte de los españoles experimentan en estos momentos tras unos años de crisis en los el sector bancario no ofrecía préstamos hipotecarios a muchos de los compradores que durante la crisis recibían financiación por el 95-100% del valor del inmueble.
En este sentido, agencias como Moody’s ya llevan dos años corroborando la buena tendencia del sector inmobiliario español con informes sectoriales que arrojan datos positivos y muestran un crecimiento constante pero moderado. El último de estos informes, publicado recientemente por la agencia de calificación de riesgos, vaticina un aumento del precio medio de los pisos en España que estaría alrededor del 5% anual hasta el 2019. Y es que en 2016 la vivienda se encareció una media del 4,7%, una situación bien distinta a la tendencia bajista que se registró durante los años de recesión, cuando los precios cayeron un 15% anual.
A la luz de estos datos, la agencia también aprovecha para tranquilizar a aquellos que temen una nueva inflación sin control de los precios de la vivienda en nuestro país, pues vincula la buena evolución del mercado inmobiliario al control de los bancos del número de hipotecas que conceden y en qué condiciones lo hacen. Así, según el informe, los bancos han endurecido sus requisitos de financiación, algo que se nota en el importe medio concedido en los préstamos hipotecarios. Hoy por hoy ese importe es cuatro veces el salario anual bruto de los hipotecados, mientras que en 2006 era más de ocho veces su salario anual. Esto se debe a que las cantidades de dinero solicitadas por los compradores son menores a la vez que las entidades exigen un salario mínimo más alto a sus clientes.