Con la temporada alta turística a punto de finalizar, la ciudad de Barcelona se encuentra analizando lo que ha dado de sí el verano y de qué forma se han desarrollado sus planes para acoger al turismo. Si hay un tema que viene preocupando al Ayuntamiento de Barcelona es la situación irregular de muchos pisos destinados a uso turístico. Para ello, desde el consistorio barcelonés se ha elaborado un informe en el que se detalla la influencia del alquiler turístico en el mercado de la vivienda en la Ciudad Condal.
El alquiler vacacional representa el 7,7% del total de pisos disponibles para alquiler, unos 16.000 inmuebles. De estos, hasta el 40% no tienen una situación regularizada, pues desde el Ayuntamiento se lleva dos años y medio sin conceder nuevas licencias y se lucha contra los alquileres ilegales. Esto forma parte del Plan Estratégico de Turismo que tiene la vista puesta en el 2020, en el que el 65% de la oferta total para arrendamiento estará concentrada en tan sólo 10 barrios de los 73 que componen la ciudad, perteneciente a distritos céntricos como Ciutat Vella y el Ensanche.
Por distritos, la parte derecha del Ensanche, con 2.294 pisos turísticos, un 14% del total, es con mucha diferencia el barrio preferido por aquellos que buscan un inmueble para alquiler con fines vacacionales. Le siguen Gracia, Sagrada Familia o la parte izquierda del Ensanche, con ofertas superiores a al millar de pisos.
En la comparativa entre los distritos con licencia y los distritos que carecen de ella se pueden sacar algunas conclusiones interesantes. Respecto a los que sí tienen licencia para uso turístico, vuelve a ser la parte derecha del Ensanche la que cuenta con mayor oferta. Le siguen Sagrada Familia, Gracia, la parte izquierda del Ensanche y San Antonio. Los barrios con más pisos sin licencia son los del distrito de Ciutat Vella, es decir, Raval, Santa Caterina, Sant Pere, la Ribera y el Gótico.
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