Barcelona tiene desde hace décadas un mercado inmobiliario muy dinámico para una población cada día más heterogénea. Con unos datos demográficos relativamente estabilizados, la ciudad tiene aún margen para la urbanización, pese a que su superficie se encuentra acotada por todos sus frentes.
No obstante, aún quedan solares disponibles en la ciudad, algunos en poder del gobierno municipal. En este sentido, el Ayuntamiento de Barcelona ha sacado a concurso público hasta siete solares municipales para dar fuerza a la vivienda cooperativa, según han informado desde el consistorio. Se trata de terrenos situados en los distritos de Sants-Montjuïc, Sant Martí, Sarrià-Sant Gervasi, Ciutat Vella, Horta-Guinardó y Nou Barris. Entre los siete solares repartidos entre estos seis distritos se podría llevar a cabo la construcción de 133 pisos en total.
Desde el Ayuntamiento se trata de favorecer de esta forma la aparición de nuevas maneras de acceder a viviendas protegidas y de evitar la especulación. Con estas medidas, dicen garantizar la estabilidad en el tiempo de los usuarios y fomentar la gestión comunitaria de los inmuebles. De hecho, el acceso a este concurso quedará únicamente reservado a cooperativas y promotoras sociales de vivienda. Además, la propiedad del suelo siempre habrá de ser pública y se ofrecerá en derecho de superficie.
Por otra parte, los proyectos deben tener en previsión un mínimo de espacios comunitarios que fomenten la vida en comunidad y el uso compartido de las infraestructuras básicas. Este paquete de medidas forma parte del objetivo municipal de aportar a lo largo de los próximos años al menos más de 400 viviendas cooperativas en Barcelona. De momento ya hay dos proyectos en marcha a partir de este modelo de vivienda. Por un lado Can Batlló, en Sants-Montjuïc, cuyo proyecto contará con 28 viviendas; por otro, un nuevo edificio en la calle de Princesa, en el distrito de Ciutat Vella, que contará con otros 5 nuevos inmuebles.
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