Con la reactivación del sector inmobiliario y de la construcción gracias al crecimiento económico, cada vez tiene más fuerza la nueva arquitectura, caracterizada por la innovación, la industrialización y la sostenibilidad. Desde el Colegio de Aparejadores de Madrid señalan que se está produciendo una profunda reflexión en el mundo de la construcción, que cada vez está más orientada a estandarizar un modelo de impacto cero. Conceptos como los edificios inteligentes, la eficiencia energética y la gestión de datos serán las bases sobre las que se levantarán las ciudades del futuro.
Todos los procesos que se llevan a cabo en la construcción de una vivienda están siendo analizados desde el punto de vista de la sostenibilidad. Desde Europa se han marcado unas directrices medioambientales que ya están siendo implementadas por los diferentes agentes de la industria para optimizar la eficiencia del edificio durante toda su vida útil: construcción, uso y demolición. El objetivo no es solo reducir la huella de carbono a la hora de fabricar los materiales y construirlo, sino hacerlo de manera que este sea auto suficiente. Nuevos e innovadores conceptos como la energía cautiva o la auto producción para consumo propio son cada vez más habituales.
En la Cumbre Climática de París de 2015 se puso de relieve la necesidad de diseñar formas de construcción que fueran más respetuosas con el medio ambiente. Gracias a la digitalización y al flujo constante de nuevos datos, tanto arquitectos como aparejadores están encontrando maneras más eficientes y sostenibles de hacer su trabajo. Al fin y al cabo es el sector de la construcción, con el apoyo de las instituciones, quien tiene que alcanzar un equilibrio entre actividad económica, sociedad y medio ambiente. Desde la Unión Europea incluso están valorando la posibilidad de crear un producto hipotecario que vaya ligado a la eficiencia energética, con el objetivo de fomentar la autosuficiencia a través de mejores tasas de interés o capital.
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