Los efectos de la crisis inmobiliaria en España de 2008 parece que poco a poco se van desvaneciendo, al menos en el sector de la construcción. Una década después de tocar fondo, la economía española se recupera progresivamente. La terrible recesión económica y el retroceso de la actividad del sector de la construcción van quedando atrás gracias a unas muy necesarias reformas y a la perseverancia de los diferentes agentes del sector.
Los datos reflejan que el valor de la producción asociado al sector de la construcción logró obtener un 7,8% en el año 2017. A principios de ese año, en España habían unas 75.230 empresas especializadas en el sector de la construcción. Supone un aumento del 2% respecto a las empresas existentes en 2016. Este crecimiento demuestra la creación de empleo, permitiendo dejar atrás las elevadas tasas de paro que oscilaban entre el 20 y el 25% en el período de 2010 a 2015. A principios de 2018 la tasa de empleo ha logrado reducirse hasta situarse alrededor del 15%.
Algunos de los factores que explican la mejora del sector de la construcción frente a la crisis son:
- Los ajustes que se han realizado durante los últimos 10 años que se han centrado en mejorar la eficiencia y la transparencia del sector de la construcción. La toma de conciencia de las empresas para ajustarse a contratos de menor tamaño y que impliquen un menor riesgo.
- Las aportaciones de capital extranjero y las asociaciones entre empresas españolas e internacionales, que han permitido seguir elaborando proyectos.
- Frente a la falta de oportunidades para la construcción se han hecho esfuerzos para invertir en la rehabilitación de inmuebles. Esto ha permitido precios más asequibles para los compradores y nuevas oportunidades para el sector.
- Las reformas introducidas en 2017 que dan oportunidad a gobiernos locales y de comunidades autónomas a conceder nuevas licitaciones. Estas reformas están mejorando el dinamismo dan respuesta a las necesidades de cada territorio.