El perfeccionamiento de las técnicas y métodos aplicados en el proceso de la construcción de edificios son las que marcarán el ritmo del sector en los próximos años. Las ventajas son muchas, pues además de abaratar costes en los proyectos, permitirán que las nuevas edificaciones cumplan con los niveles óptimos de sostenibilidad y eficiencia energética marcados por la Unión Europea.
En este sentido, una de las herramientas destacadas para la construcción de hoy y del mañana es el Building Information Modeling, un sistema de diseño y gestión de la vida útil de un edificio. A grandes rasgos, lo que permite este software es definir cómo será el proyecto de edificación desde su conceptualización hasta la construcción y posterior mantenimiento.
Así pues, según Barcelona Building Construmat, salón del sector de la construcción, el mercado del BIM crecerá un 19% este año a nivel mundial. El aumento en el uso de este sistema supondrá que para el año 2022 esta herramienta mueva hasta 10.600 millones en todo el mundo. Además, su uso permite una disminución de los costes de construcción de entre un 20% y un 30%. En esta línea, Estados Unidos es el principal usuario de esta herramienta con un 33% del total del mercado mundial, seguido de países como Japón, China, India y Corea del Sur.
En España su uso es todavía incipiente, aunque ya existen planes para convertir el uso del BIM en obligatorio en proyectos de obra pública a partir del año 2019. Sin ir más lejos, la Generalitat de Catalunya ya ha avisado que dentro de dos años quiere implementar de forma masiva este sistema para la construcción de edificios. De hecho, el Campus de las Ciencias de la Salud de Bellvitge de la Universidad de Barcelona (2013) es uno de los casos de éxito más destacadas de la utilización del BIM desde la concepción del proyecto hasta la finalización de la obra.
