El ayuntamiento de Madrid continúa tomando medidas para atajar el problema de los pisos turísticos. Y para ello ha comenzado por realizar una importante distinción: economía colaborativa vs negocio. El plan en Madrid consiste en establecer que será posible poner en alquiler una habitación a turistas durante un período máximo de 90 días. Dentro de este plazo, el alquiler tendrá la calificación de “uso residencial», mientras que, en caso de superar dicho plazo, pasará a considerarse “alojamiento profesional” y ya será necesaria, entre otras cosas, una licencia específica.
El plan está basado en una nueva interpretación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de 1997, y aún ha de pasar por la comisión de seguimiento antes de tramitarse. Gracias a que no se trata de una nueva ley sino de la re interpretación de una antigua norma, no es necesario el visto bueno de la comunidad. Para poner en marcha esta propuesta, el ayuntamiento se ha fijado en ciudades como París, en las que la medida está en vigor, aunque en el caso de la capital francesa son 120 días al año.
Desde el ayuntamiento destacan que la medida va destinada a regular el turismo buscando la sostenibilidad. Para ello también planean realizar un censo de pisos turísticos y plantear una recolocación que los distribuya por las diferentes zonas de la ciudad. Pero, sobre todo, buscan acabar con el vacío legal y la opacidad que existe en este sector desde hace tiempo. Para ello ha puesto en marcha medidas que aún están en fase de trámite y que espera que despierten el máximo consenso posible. Se calcula que a principios de 2018, si todo sale adelante, se concederán más de 1.000 licencias, a pesar de que todavía no se ha aprobado la norma ni se han establecido los importes de las sanciones a los posibles infractores.
