En un momento de alta demanda y poca oferta, parece difícil de creer. En las ciudades no hay oferta, falta obra nueva, no hay pisos para alquilar y comprar una vivienda es cada vez más caro y complicado. Y sin embargo, existen más de 2,3 millones de viviendas vacías en España. Y no solo no están en el mercado, sino que lo más probable es que nunca vuelvan a estarlo. ¿El motivo? O bien están en muy mal estado, y su reforma requeriría mayor inversión que el mismo coste de la vivienda, o están situadas en zonas en las que no hay demanda. Una casa para entrar a vivir en un lugar en el que nadie quiere vivir.
Desglosar la cifra de viviendas vacías arroja cifras interesantes. Existen 747.000 viviendas que, por su estado ruinoso o deficiente conservación, no son aptas para habitarse. Hay 150.000 que están en una especie de limbo. Se trata de promociones de vivienda nueva iniciadas en la época previa a la crisis que quedaron a medio hacer. Algunas están localizadas en lugares sin demanda, otras están a mitad y algunas empiezan a deteriorarse, por lo que nunca llegaran a ser acabadas. Y mucho menos vendidas. Y todas ellas forman parte de este gran stock de viviendas que jamás saldrán al mercado.
Existen algunos casos bastante llamativos. Por ejemplo, hay municipios de la costa en los que vuelve a construirse viviendas, a pesar de que existen promociones a medio acabar en los alrededores que nadie quiere. Existen muchas viviendas heredadas, principalmente casas rurales que, por su localización y su estado, nadie reforma, vende y ni mucho menos utiliza. Por eso, cuando se habla del stock de vivienda disponible, realmente estaría situado en 1,09 millones de pisos, de los cuales 640.000 son viviendas nuevas pendientes de venta. Sin embargo, el stock en ciudades como Madrid y Barcelona es prácticamente cero, lo cual solo sirve para aumentar los precios.
