El Fondo Monetario Internacional, una de las mayores instituciones económicas del mundo, advierte a España: es fundamental vigilar el precio de la vivienda. Desde los foros de política monetaria internacional se señala que no hay indicios de burbuja en el mercado español, pero advierten de una ligera sobrevaloración. Por eso recomiendan a las autoridades españolas que amplíen las herramientas para poder atajar con tiempo los riesgos financieros y controlar el grifo del crédito. El FMI conmina al Banco de España y al Ministerio de Economía a que se mantengan vigilantes para frenar cualquier indicio de burbuja.
A pesar del encarecimiento de la vivienda, no hay otros indicios que apunten a la creación de una burbuja. Las cifras muestran que no se está produciendo un incremento del crédito, ni cada vez hay más endeudamiento privado. En la época precrisis se llegaron a pedir prestados al extranjero hasta 100.000 millones de euros que se destinaron a la compra de vivienda a precios desorbitados. Hoy el saldo con el exterior es positivo, por lo que todavía no saltan las alarmas. Sin embargo, que el precio de la vivienda sea tan alto es motivo de preocupación para las instituciones españolas y europeas. Especialmente por el efecto que este tiene en los propietarios, que suelen responder a esta situación reduciendo el ahorro. De hecho, la tasa de ahorro de las familias españolas está ahora en mínimos históricos tras haber tocado máximos durante la era de la crisis económica.
Este tipo de procesos suelen ir acompañados, a su vez, de una excesiva confianza en el ladrillo. Esto lleva a la concesión extra de créditos y una relajación en los criterios a la hora de construir. El FMI señala que este tipo de procesos amenazan a la economía española, especialmente considerando que suelen producirse a gran velocidad. De ahí el aviso.
