La Federación Hipotecaria Europea ha puesto en marcha un proyecto piloto para favorecer la compra de viviendas energéticamente eficientes. Se trata de un programa que ofrece reducciones en la hipoteca a aquellos que compren una vivienda con el certificado energético o que realicen las correspondientes reformas en la vivienda para obtenerlo. El objetivo de este programa, presentado recientemente por la EMF en Inglaterra, busca no solo beneficiar a usuarios y medio ambiente, sino también a los bancos. Al fin y al cabo, las viviendas sostenibles tienen un valor mayor en el mercado, por lo que constituyen una garantía mayor para las entidades bancarias. Sin olvidar que el ahorro económico para el hipotecado gracias a la eficiencia energética del inmueble repercutirá positivamente en el pago mensual de las letras.
La clave de este tipo de hipoteca sería: a mayor ahorro energético, menor tipo de interés. Los ciudadanos que compren una vivienda con una certificación energética de A o B, recibirán una bonificación directa de 10 puntos básicos sobre el tipo de interés a lo largo de toda la hipoteca en el caso del tipo fijo. Si se trata de una hipoteca variable, se aplicará sobre el margen. Este tipo de hipoteca no tendrá comisión de apertura ni vinculaciones obligatorias, además de comisión de gestión. El plazo máximo será de 30 años, el comprador no podrá tener más de 70 años y tendrá como condiciones contratar un seguro de vida y de hogar.
El alcance de este producto todavía está por ver, especialmente por las características propias del mercado de la vivienda española. La mayoría de las viviendas eficientes son unifamiliares. Las reformas necesarias en un edificio de viviendas para hacerlo eficiente dependen de la comunidad de vecinos, por lo que será necesario tenerles en cuenta a la hora de emprenderlas y, por lo tanto, de obtener las bonificaciones en la hipoteca.
