El mercado inmobiliario presenta una situación cada día más favorable y con más y mejores oportunidades. No obstante, el Ayuntamiento de Barcelona considera que aún hay personas que necesitan ayuda para hacer frente al pago del alquiler, por lo que la Comisión Permanente del Consorci de l’Habitatge de Barcelona ha dado luz verde a presupuestar una partida de 8,8 millones de euros para financiar las ayudas al alquiler para familias que se hallan en una situación de riesgo de exclusión social. Según ha comunicado el Diari Oficial de la Generalitat (DOGC), esta prestación se da durante un período de un año y va dirigida a personas físicas que vivan en la Ciudad Condal y que sean los titulares del contrato de arrendamiento de un piso que haga de vivienda habitual y permanente.
El plazo para optar a la ayuda finaliza el próximo 31 de octubre y la prestación económica oscilará entre los 20 y los 300 euros, dependiendo de los ingresos familiares. No obstante, en casos claros de exclusión social que hayan sido demostrados y con un informe del personal de los servicios sociales municipales que acredite una necesidad mayor, la cantidad a percibir podría ser corregida al alza.
Todas aquellas personas que quieran recibir esta ayuda tendrán que cumplir los siguientes requisitos: demostrar que han estado un mínimo de cinco años residiendo de forma legal en Catalunya, estar empadronados en el piso por el que se pide la ayuda, que el precio del alquiler de la vivienda por la que solicitan la prestación no sea superior a 800 euros, no tener un piso en propiedad, realizar el pago del alquiler vía transferencia bancaria, aportar un recibo domiciliado o un ingreso en una cuenta corriente, y tener domiciliado el cobro de la ayuda en un banco. Además, será necesario presentar una renta familiar no superior a 1,5 veces al Indicador de Renta de Suficiencia de Catalunya (IRSC), en la que el alquiler tiene que representar menos de un 30% del total.