Los Millennial están en todas partes. Hoy en día son uno de los principales targets de las empresas, que buscan dirigir sus productos a este sector de la población. Los Millennial, jóvenes nacidos entre los años 80 y el año 2.000 son uno de los principales objetivos del marketing. Y el mercado inmobiliario no es una excepción, especialmente el de las oficinas. Este tipo de espacios se están adaptando poco a poco para atraer a este grupo, ávido de contar con lugares de trabajo que se ajusten a los gustos de toda una generación.
Las oficinas Millennial se caracterizan por los espacios diáfanos, abiertos y luminosos. Atrás quedaron los cubículos, los despachos cerrados y las filas interminables de escritorios asignados a cada uno de los trabajadores. Las oficinas Millennial buscan crear un espacio acogedor que favorezca la creatividad, facilites los flujos de trabajo y ayude a crear un ambiente profesional, pero a la vez distendido. Hamacas, sofás cómodos o futbolines son algunos de los elementos que más llaman la atención, y que hacen que, a primera vista parezcan más un centro de ocio que una oficina profesional. Pero es que ese es precisamente el objetivo de las oficinas Millenial: crear un espacio que combine ambas características, de manera que consigan sacar lo mejor de cada empleado.
El crecimiento de este tipo de oficinas es exponencial en ciudades como Madrid y Barcelona. En 2017 se destinaron 30.600 metros cuadrados a este tipo de centros profesionales. En solo la primera mitad del 2018 ya se han contratado en Madrid 18.000 metros cuadrados, casi la misma cantidad que en todo 2017. Tanto oficinas de empresas internacionales, espacios de coworking y startups se unen a esta tendencia. El objetivo es crear comunidades de emprendedores, creativos, autónomos y todo tipo de trabajadores que encuentren en su lugar de trabajo un espacio flexible en donde desarrollar su carrera profesional.
