El sector de la construcción es uno de los que más titulares protagoniza últimamente en los medios de comunicación españoles por ser uno de los que dependerá el comportamiento del mercado de la oferta y la demanda. Y es que la posibilidad de compra de los futuros propietarios y el precio que tendrán que asumir para hacerlo irán también en función del número de viviendas de calidad disponibles.
En este sentido, la crisis económica provocó descensos importantes en la producción de bloques de edificios en España, aunque el comportamiento del sector ha experimentado evoluciones desiguales dependiendo de la comunidad autónoma en la que nos fijemos. Así pues, el estudio ‘Crecer para recuperar la normalidad. Innovar para conservarla’, elaborado por Fira de Barcelona y el Instituto de Tecnología de la Construcción de Catalunya (ITEC) en el marco del salón de la construcción Barcelona Building Construmat, refleja un crecimiento del sector de la vivienda nueva que se viene prolongando desde hace dos años.
No obstante, pese a esta buena tendencia del sector, en nuestro país se inician tan sólo 1,5 viviendas de obra nueva por cada 1.000 habitantes, una cifra que es más de un 50% inferior a la de la media europea. Por regiones, la Comunidad de Madrid (2,6 viviendas por cada 1.000 habitantes), Navarra (2,2 por cada 1.000 habitantes), País Vasco (1,9 por cada 1.000 habitantes) y La Rioja (1,8 por cada 1.000 habitantes) son las que encabezan la lista autonomías con una mayor concentración de pisos de obra nueva construidos. De hecho, estas cuatro autonomías aglutinan el 35% del total de nuevos proyectos.
Algunas de las comunidades donde la producción ha descendido más allá del 70% son Baleares, Madrid y País Vasco. De esta forma, la tendencia de los mercados en las diferentes autonomías entre el 2008 y el 2015 ha sido muy diferente por comunidades dependiendo de la producción contabilizada en edificación, la rehabilitación y la ingeniería civil.
