El precio es el elemento más importante para casi cualquier comprador a la hora de llevar a cabo la adquisición de una vivienda, pues es el que determina tanto la inversión a realizar como la rentabilidad que ese activo puede llegar a tener, en el caso de que se trate de una inversión. Es por ello que la oscilación de los precios es uno de los indicadores que más llama la atención al mercado de la oferta y la demanda.
En este sentido, el precio de la vivienda en la zona euro lleva unos años de ascenso continuado, hasta el punto de que en estos momentos está ascendiendo al mayor ritmo de los últimos diez años. Y es que, según los datos que maneja la agencia de estadística europea Eurostat relativos al tercer trimestre de 2017, los niveles de los precios de la vivienda han alcanzado los registrados en el año 2007, justo antes de la crisis económica.
Así pues, según el informe, entre julio y septiembre del pasado año los inmuebles residenciales se encarecieron un 1,7% en comparativa intertrimestral (julio-septiembre sobre abril-junio), lo que supone el mayor aumento de precios de un trimestre para otro desde el segundo trimestre del año 2007. Además, si comparamos el tercer trimestre de 2017 con el mismo del año anterior, la subida interanual alcanza el 4,1%, la mayor desde el tercer trimestre de 2007.
Si hacemos un análisis por países, existen varios de la zona euro como Países Bajos, con un aumento del 3,7%, o Francia (+2,9%) que han alcanzado subidas trimestrales récord. Otros como Bélgica, por ejemplo, subieron a su mayor ritmo desde 2005. En el caso de España, el precio de la vivienda aumentó un 1,8% en comparativa intertrimestral y un notable 6,7% interanual, el más fuerte desde el tercer trimestre de 2007, antes del pinchazo de la burbuja inmobiliaria.