Si tuviéramos que definir el parque de viviendas a la venta y en alquiler en España, un adjetivo podría ser “maduro”. Y es que los inmuebles que en este momento se encuentran en el mercado de la compraventa tienen una media de 45 años, siendo de 44 los del alquiler. Este factor está afectando notablemente a ambos mercados. La falta de obra nueva y el desgaste del parque de viviendas en Barcelona está provocando que muchos compradores se desplacen a las afueras. El mal estado de las viviendas crea la necesidad de, o bien reformar la vivienda antes de venderla, con el consiguiente gasto, o venderla sin reformar, teniendo que bajar los precios.
El parque de viviendas en España no está renovado, a pesar del gran número de viviendas que se construyeron previamente a la crisis de 2008 y el estallido de la burbuja. Muchas promociones de viviendas tuvieron que detenerse, y a pesar de la recuperación económica, las que se acaban y salen a la venta no son suficientes para cubrir la demanda. Los inconvenientes de vivir en un edificio que supera los 40 años son principalmente relacionados con los costes. Las viviendas antiguas no están construidas bajo criterios de eficiencia energética, aprovechamiento de los recursos y ahorro, por lo que el coste de vivir allí siempre será más alto.
La edad media de los inmuebles depende de la Comunidad Autónoma, con Barcelona como líder del ranking, pues sus casas tienen una media de 69 años. Tras ella se encuentran Pamplona (64 años), San Sebastián (60 años), Bilbao (54 años) y Madrid (53 años). Por el contrario, hay ciudades con una media mucho más baja, gracias a la ‘juventud’ de su parque de viviendas producida por la construcción de nuevas viviendas. La media de viviendas en Albacete es de 31 años, mientras que en Almería, Murcia, Lleida y Guadalajara son 33 años.