Un reciente estudio llevado a cabo por el grupo de Tecnología Edificatoria y Medio Ambiente de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) ha demostrado que los huesos de aceituna carbonizados pueden sustituir a los agregados ligeros en la construcción de edificios. Actualmente, materiales como la perlita, la vermiculita y la arcilla expandida son utilizados en pastas, morteros y hormigones para reducir su intensidad y mejorar sus capacidades acústicas y térmicas. Su sustitución por hueso de aceituna haría que la producción de materiales para la construcción fuera más sostenible desde el punto de vista medioambiental.
Durante el periodo de experimentación se probaron diferentes tipos de residuos: huesos enteros, calcinados y triturados. Los tres tipos se aplicaron en los morteros, comparando los resultados. Estas pruebas demostraron que los huesos de aceituna calcinados permitían que el mortero fraguara gracias a su notable porosidad, baja densidad real y su adherencia con el cemento, concluyendo que eran el sustituto perfecto de los agregados ligeros utilizados hasta el momento en el sector. La única diferencia destacable fue que utilizarlos suponía cambiar la proporción agua/ cemento en el compuesto. Aparte de este cambio, el resultado final no solo cumplía las especificaciones necesarias, sino que además la mejoraba, proporcionando mayor aislamiento.
Los investigadores aseguran que su utilización no solo permitiría mejorar los morteros aligerados, sino que además servirá para la elaboración de hormigón ligero aislante que se podrá aplicar en recrecidos, soleras y pendientes en las azoteas. Con el compuesto también podrán producirse elementos prefabricados como bovedillas, bloques huecos o macizos, placas de imitación de piedras o para rellenos en seco. Y en un país como España, en el que el sector de la construcción vuelve a estar al alza y que, además, se generan 37.500 toneladas de residuos de aceituna cada año, esto podría reducir notablemente el impacto medioambiental.