El sector inmobiliario busca como integrar al mercado a los jóvenes, ya que los menores de 35 años representan solo un 19% de la demanda. Según los estudios, el comprador medio de vivienda de obra nueva tiene 45 años, está casado y en su primera adquisición adquiere normalmente un piso de tres dormitorios por unos 350.000 euros como vivienda habitual. Mientras que los menores de 35 no representan ni un 20% de la demanda, la franja de edad de entre 35 y 44 años concentra el 34% de la demanda, de entre 45 y 54 años supone el 24%, entre 55 y 64 años representa el 14% y tan solo un 7% tiene 65 años o más.
De esta manera, la edad media del comprador de vivienda de obra nueva se sitúa en los 45 años. Este factor se ve relacionado con el estado civil de los interesados en adquirir una nueva vivienda, ya que cerca de la mitad, el 42,4% de las compras corresponde a matrimonios de mediana edad, solo el 13% responde a parejas de la tercera edad, divorciados o viudos. Por otro lado, los jóvenes y solteros representan solo el 28,1% y el 16,7% de las operaciones respectivamente, donde se concentra un elevado porcentaje de mayores de 35 años.
Centrando la atención a la finalidad de la compra, los informes muestran que la gran mayoría, hasta el 71,6%, adquiere la vivienda para establecerla como su residencia habitual. Así el 37,7% de estas representan la primera vivienda que adquieren, mientras que el 33,9% restante suponen compras de reposición, es decir, un cambio de vivienda para adaptar la residencia a sus necesidades actuales. Por otro lado, las adquisiciones de segundas residencias suponen el 18,7% de las operaciones y el 9,7% las compras por inversión. Observando la tipología de vivienda llama la atención que casi la mitad de los casos suponen viviendas de tres dormitorios, el 26% serían viviendas de cuatro o más dormitorios, mientras que las de dos y un dormitorios suponen el 24% y el 1% de la demanda respectivamente.
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