A pesar del boom de la vivienda, especialmente en el área de la compraventa, todavía sigue siendo complicado conseguir una hipoteca. A pesar de los bajos tipos de interés, los bancos continúan mirando con lupa a los candidatos. Existe un perfil concreto que podríamos definir como el ‘preferido’ por los bancos: funcionario, casado y con ahorros.
Sin embargo, en diferentes apartados también tiene sus propias preferencias. Estas son las más comunes:
Trabajador por cuenta ajena
Los bancos valoran la estabilidad laboral a la hora de seleccionar los candidatos para obtener una hipoteca. Incluso teniendo que decidir entre un autónomo y un trabajador temporal, se decantaran ante por el segundo. En primer lugar siempre estarán los funcionarios, gracias a su estabilidad y nivel de ingresos. En la cola se situarían los trabajadores temporales y los desempleados.
Endeudamiento máximo del 35%
Los bancos buscan solvencia, por lo que normalmente solo aceptan un endeudamiento de gasta el 35%. El objetivo es que la persona pueda cumplir sus obligaciones de pago a través de sus ingresos recurrentes.
Casados y con hijos
La relación entre las personas que piden una hipoteca también juega a la hora de obtenerla o no. Las entidades bancarias prefieren que la situación de la pareja esté regulada y sea estable. Los hijos también son puntos extra, dado que los bancos consideran que se convierten en una razón de arraigo y de mayor responsabilidad.
Empresa de renombre
Los bancos también investigan las empresas en las que trabajan los solicitantes. Cuanto mayor es su prestigio o solvencia, mejores posibilidades hay de que se acabe consiguiendo una hipoteca.
El análisis final
El banco realiza todos estos estudios a través de consultas de bases de datos de crédito, públicos y privados, además de otros recursos internos y externos. Buscan predecir el comportamiento del cliente, especialmente cuando se trata de créditos con un plazo de amortización amplio.