El sector de la vivienda ha confirmado su consolidación en 2016, algo muy positivo para la reactivación económica del país y para dejar atrás definitivamente la crisis. Una de las mejores consecuencias de esta recuperación es la reducción del stock sobrante del 12,6% de vivienda nueva, y deja el total de viviendas por vender en un total de 340.000 inmuebles. Esta cifra es aún el 21,3% de los pisos que se terminaron de construir desde 2008 en España, pero también es una muestra de la mejoría sostenida del sector. Estos son los principales resultados del informe ‘Radiografía del stock: suelo y vivienda nueva’, realizado por Tinsa.
Por zonas, aquellas en las que se ha logrado reducir el stock en mayor medida son la costa de Granada y la ciudad de Bilbao, donde la tasa de stock por vender cayó por debajo del 10%. Papel protagonista tienen también las áreas metropolitanas de Madrid, que ha pasado del 25% al 16%, y de Sevilla, donde el ‘stock’ ha pasado del 28% al 19,3%.
Por otra parte, España contaría (según el estudio) con suelo para poder construir un total de 1,5 millones de viviendas fuera de los cascos urbanos. En este sentido, hasta un 52,2% del suelo está disponible en capitales de provincia y ciudades de más de 50.000 habitantes. Mientras, el suelo finalista se encuentra en áreas de influencia de las grandes ciudades (15,2%), municipios costeros peninsulares (14,7%), zonas rurales (12,6%) e Islas Baleares y Canarias (12,6%).
Las previsiones del estudio son contundentes. Y es que la tasadora afirma que, de no crearse más suelo, a este ritmo y con lo que se tiene en previsión de construirse el suelo finalista se acabaría en ocho años. Traducido a cifras de futuras viviendas, a día de hoy España tiene 63.100 viviendas en construcción repartidas entre Madrid (15.900 viviendas), Alicante (5.500), Barcelona (4.500), Vizcaya (2.500), Guipúzcoa (2.300) y Zaragoza y Málaga (2.000).