Los impuestos son uno de los puntos más difíciles de afrontar a la hora de adquirir una vivienda.
Suelen rondar el 10% del precio de la propiedad y son relevantes porque también son costes irrecuperables. Si inviertes en renovación e instalación de piscinas, tu vivienda mejorará y por tanto su valor, pero con los impuestos no ocurre lo mismo.
Los impuestos a pagar dependen de dos factores: el vendedor y la casa. Suponiendo que estamos hablando de comprar una casa para usar o alquilar, si es una “casa nueva” solo se paga el 10% de IVA sobre el precio o el 4% para las VPO. Es así en toda España excepto las Canarias.
En este sentido, una casa nueva es aquella que se vendió por primera vez después de la construcción o renovación y no se ha utilizado durante dos años consecutivos. En este caso, también tendrás que pagar Actos Jurídicos Documentados (AJD). Para saber cuánto pagarás con AJD, debes saber dónde se encuentra la casa de que quieres comprar, porque varía según la comunidad autónoma. Es muy importante tener en cuenta las bonificaciones existentes, sobre todo para viviendas nuevas que son más económicas con respecto al precio determinado o si se trata de una vivienda de protección oficial.
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