El sector inmobiliario ya muestra de forma completa su recuperación en un momento en el que todavía tenemos muy presente en nuestra memoria la caída de la economía española a partir del año 2008 y las graves consecuencias que esto tuvo para el sector inmobiliario en general y para el mercado residencial de viviendas en particular. No obstante, muchas son las medidas sociales que se siguen potenciando desde la administración pública en aras de preservar el acceso de la ciudadanía española a una vivienda digna.
En este sentido, una de las últimas novedades en esta materia es la prorrogación por un año más que el Gobierno de España ha llevado a cabo por cuarta vez del Fondo Social de Viviendas (FSV). Así, el fondo estará vigente hasta el 17 de enero de 2019, una noticia muy positiva para aquellas familias que están en una situación económica de mayor vulnerabilidad. Y es que, desde su puesta en marcha hace cinco años, el FSV ha permitido que más de 9.500 familias tuvieran acceso a un piso con una renta de alquiler reducida, según ha informado el Ministerio de Economía, Industria y Competitividad.
Así, el fondo se puso en marcha en el mes de enero de 2013 con más de 6.000 viviendas vacías que fueron aportadas por las entidades financieras para que familias afectadas por la crisis económica pudieran tener un lugar de residencia mediante alquileres reducidos, comprendidos entre los 150 y los 400 euros al mes. El éxito del FSV ha ido de la mano de un aumento en el número de viviendas disponibles para este programa de ayudas sociales, que ahora ya son casi 9.900 con un total de 9.500 contratos de alquiler registrados hasta septiembre del año pasado. ¿Los principales requisitos para acogerse al FSV? Ser una persona física que haya perdido la vivienda habitual a partir del 31 de diciembre de 2007, no disponer de otra vivienda en propiedad o en usufructo y que en el momento de la solicitud los ingresos familiares no superen los 7.519,59 euros al año.
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