Suben las transacciones, las solicitudes de nuevas hipotecas, los precios se recuperan y aumentan los visados. Lo dicen los tasadores, las empresas inmobiliarias, los registros de la propiedad, el ministerio de fomento, etc. Y ahora también lo dice IRAI (Índice Registral de Actividad Inmobiliaria), un nuevo indicador elaborado por el Colegio de Registradores que aspira a convertirse en el IPC del sector: el mercado inmobiliario en España se está recuperando. Aún estamos lejos de los niveles del boom, pero cada vez nos alejamos más del suelo que se tocó en 2013.
El índice IRAI se nutre de datos muy diversos: financiación hipotecaria, transacciones y variables económicas de agentes del sector inmobiliario y de la construcción. El indicador toma como base el año 2003, situando el indicador en 100, siendo la crisis del 2007 cuando alcanzó 68, el mínimo histórico. En el último trimestre, las hipotecas y la situación concursal de las empresas inmobiliarias del sector de la construcción han tirado hacia arriba del índice. El contrapeso ha venido de la bajada en el número de compraventas, especialmente las del mercado de la vivienda de segunda mano.
Sin embargo, la evolución del IRAI durante todo el 2017 es de lo más positiva. Desde el mes de enero, el índice se ha incrementado en un 10.12%, empujada principalmente por las compraventas y la financiación. Durante este año ha aumentado el número de compraventas (6.11%), el crecimiento del precio de esas mismas compraventas (3.74%) y la subida del número de las hipotecas (2.56%). Desde el punto de vista del mercado, la cifra más positiva viene del hecho de que se ha reducido notablemente el número de concursos de acreedores, tanto de empresas inmobiliarias (-57%) como del sector de la construcción (-83%). Y es que, desde principios de 2017, la actividad inmobiliaria y de la construcción ha crecido un 10%, partiendo del índice IRAI de 89 que se registró en diciembre de 2016.
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