España ha sido considerada tradicionalmente como un país de propietarios. Aunque son cada vez más las personas que eligen residir en una vivienda en alquiler, hay que destacar que muchos lo hacen por su incapacidad de convertirse en propietarios una vivienda en condiciones como generalmente ha ocurrido en este país. La elevada demanda para alquilar y los cambios culturales hacen que cada vez sea más complicado comprar un inmueble, ya que la oferta no cubre las necesidades reales del mercado. Para lograr alcanzar la media europea de viviendas disponibles en alquiler, se necesitarían hasta 2,5 millones de vivienda a precios asequibles, lo que implicaría aproximadamente una inversión de 300.000 millones de euros en los próximos años. El parque de viviendas en régimen de alquiler se sitúa en España en el 23%, aún lejos del 34% que se registra de media en Europa.
Hay que tener en cuenta que más del 90% del parque disponible en alquiler en España se encuentra en manos de particulares, los cuales utilizan la inversión en vivienda como un método de ahorro. Por este motivo, para suplir el déficit de vivienda y para atraer más capital, se ha alcanzado un punto en el que es necesaria una mayor inversión institucional, así como soluciones y políticas orientadas a fomentar la construcción de nuevas viviendas destinadas al alquiler.
La clave para resolver el problema de oferta y acceso a la vivienda para alquiler se encuentra en la colaboración entre el sector público y privado. Donde para que el sector privado pueda destinar la inversión necesaria para incrementar el parque de viviendas en alquiler, es necesario que la administración fomente este tipo de inversiones con movidas orientadas a promover el desarrollo del suelo, agilizar los permisos y licencias, medidas fiscales y a través de un marco estable que proporcione la seguridad jurídica necesaria para atraer al capital
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