La cultura japonesa es tendencia mundial. Todo el mundo ve sus series de televisión, sigue su moda y come sus famosas recetas culinarias, especialmente el sushi. Pero también tienen mucho que decir en el mundo de la decoración, especialmente cuando de trata de una tendencia tradicional como esta: los paneles japoneses. Y es que estos elementos decorativos comienzan a consolidarse como una alternativa de decoración de los más atractiva para nuestras casas. Poco a poco empiezan a colocarse como puertas y ventanas, tanto interiores como exteriores, además de como separador de habitaciones, su utilidad tradicional en Japón.
Resulta interesante comprobar que, a pesar de su nombre, este recurso decorativo no nació en Japón sino en China. Este elemento fue importado posteriormente al Japón, en donde comenzó a incorporarse en templos dedicados a la meditación. Su variedad de diseños en multitud de colores ayuda a transmitir paz y armonía, además de gran calidez. Estos elementos encajaron perfectamente en un país en el que la espiritualidad, el orden y la búsqueda interior tienen tanta importancia. Son precisamente esos valores de paz y armonía los que podemos obtener si decidimos incorporar paneles japoneses a nuestra decoración.
Los paneles japoneses están compuestos por varias cortinas superpuestas y encajas sobre rieles que están a diferentes niveles. La gran ventaja de los paneles es su toque minimalista, además de su gran originalidad. Suelen ir acompañados por otros elementos decorativos con motivos orientales, como pueden ser cojines, colchas o edredones. Es interesante ver como ha evolucionado este elemento decorativo en su llegada a Europa. En Japón los colores que predominan en este tipo de colores son suaves, apagados y pasteles. En España, muchos de estos paneles japoneses tienen estampados, colores vivos y buscan dar una imagen mucho más ‘festiva’, renunciando a la idea de ‘armonía’ por un toque más chic. Cuestión de gustos.
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