Ese es el dato difundido por la empresa de intermediación inmobiliaria donpiso, obtenido a través de un estudio propio. Y las principales agencias de noticias del país no han tardado en hacerse eco: los españoles, al menos 6 millones de ellos, tienen una segunda residencia. Y 3,5 de estas viviendas están situadas en zonas costeras, lo cual representa un 63% del total.
Como señala Emiliano Bermúdez, subdirector general de donpiso: “La recuperación económica y la apertura del grifo del crédito está incrementando la inversión en viviendas de vacaciones, principalmente en las zonas costeras del país.” A pesar de que en los meses previos al verano es cuando más se activa el mercado, no es hasta el verano “cuando se cierran la gran mayoría de los contratos” señala Bermúdez.
A la hora de describir a este tipo de comprador, el estudio muestra algunas características de lo más llamativas. Su perfil medio es de parejas maduras, con una edad situada entre 25 y 49 años, que ya tienen hijos y que cuentan con unos ingresos estables cada mes de 3.500€ aproximadamente. Actualmente, la zona más demandada es el litoral mediterráneo, y las ciudades y pueblos que se encuentran más cercanas a la primera línea de playa. El precio medio actual en estas zonas es de 200.000 euros. En el ranking de ciudades con precios más asequibles, encontramos Murcia (150.000), Tarragona (160.000), Alicante (200.000) y las localidades de la costa brava, que tienen un coste medio de 205.000 euros. Las de la costa del Sol son las más caras, con unas segundas residencias que tienen un precio medio de 350.000 euros.
Desde el año 2016, el alquiler vacacional de viviendas ha llegado a mover 14.000 millones de euros, un 20% más que en los años 2014 y 2015.