Los festivales de música son uno de los principales eventos veraniegos en España. Festivales como Mad Cool, FIB o Sónar atraen a miles de visitantes cada año, que se desplazan hasta las ciudades españolas para disfrutar de su oferta musical. Y con la llegada masiva de visitantes, el precio de los alquileres vacacionales se eleva hasta limites de récord. Según los datos del Instituto de Valoraciones, en la ultima temporada veraniega los festivales han provocado que le precio del alquiler vacacional haya subido hasta en un 36%. Un autentico filón para los arrendadores que ponen su vivienda en alquiler durante esas fechas.
Según los datos de la institución, las reservas en pisos turísticos durante estas fechas duplican y hasta triplican las registradas en otras fechas. Ponen como ejemplo los Sonorama Ribera de Aranda de Duero (Burgos) y el festival Dreambeach de Vera (Almería). En el caso del primero, los precios se han duplicado respecto al año 2017, mientras que en el caso del segundo los precios han aumentado hasta en un 140%. A pesar de que muchos de estos festivales se celebran en municipios más pequeños, los alquileres de estos y de las grandes ciudades a su alrededor notan el efecto. En el caso del festival de BBK de Bilbao, la demanda de alojamiento temporal en toda la región ha crecido hasta un 30% respecto a años anteriores.
En zonas en las que, además de festivales de música, hay sol y playa, el aumento de los precios no se llega a notar en la ocupación, que alcanza el lleno completo. Es el caso del festival Womad, celebrado en 2017 en Gran Canaria, en el cual no quedó ni una sola habitación libre en los días que duro el festival. Y es que los festivales de música se unen a la oferta turística, aumentando cada año más la demanda y los precios.
