España está experimentando un cambio de tendencia en cuanto al acceso a la vivienda se refiere. Si tradicionalmente se ha caracterizado por ser un país de propietarios, en los últimos años está creciendo el porcentaje de personas que vive de alquiler. Con apenas un 19,8% de la población arrendataria en 2008, la proporción en 2017 subió hasta el 22,9%. La subida de precios de los pisos en ciudades como Madrid y Barcelona y las dificultades para acceder a una vivienda están llevando a cada vez más personas a optar por el alquiler. La consecuencia final es un aumento generalizado de los precios debido al elevado número de personas que buscan acceder a una vivienda que puedan pagar.
El cada vez mayor porcentaje de población que alquila su vivienda está llevando a España a acercarse a los valores de los otros países europeos. Según los datos, en 2017 la población que vivía de alquiler en Alemania fue del 48,6%, en Francia 35,6%, en el Reino Unido el 35% y en Italia el 27,6%. Por el contrario, en los países de la Europa del Este la tendencia predominante sigue siendo la compraventa. En Eslovaquia solo un 9,9% vive de alquiler, en Croacia un 9,5% y en Rumania solo un 3,2%.
En España se prevé que los precios de la vivienda sigan creciendo durante los próximos años, aunque se pronostica una desaceleración que cada vez está más cerca. Se estima que los precios del alquiler tocarán techo y comenzarán a moderarse, de manera que las familias pueden volver a optar por el arrendamiento. Por otro lado, el cambio de tendencia que está experimentando el Euribor, requerirá un mayor esfuerzo financiero para las familias, favoreciendo a la opción del alquiler. Por eso el alquiler de viviendas en España seguirá creciendo en los próximos años.
