Lograr una decoración eco-friendly no solo mejora la vida de las personas, sino que además ayuda al medio ambiente. Obtenerla no significa usar plantas o colores concretos que tengan que ver con la naturaleza. El objetivo es construir espacios que sean autosostenibles, que sirvan para fomentar hábitos considerados ‘verdes’ y ayuden a expandir la conciencia medioambiental. Por eso aquí tienes una serie de recomendaciones que te servirán para lograr este objetivo tan importante para nuestro futuro planetario:
Usar barnices y pinturas ecológicos
Estos componentes químicos son extremadamente tóxicos, y cuando llegan a la naturaleza en cantidad grandes pueden provocar auténticos desastres medioambientales. Por eso es importante utilizar su variante ecológica. Existen en el mercado barnices y pinturas que se fabrican con extractos de leche y mineral, además de ser biodegradables y tener un ciclo de vida más sostenible.
Fomentar una iluminación natural y de bombillas LED
Uno de los más importantes objetivos de este tipo de decoración es lograr reducir la huella de carbono mediante la reducción de emisiones de dióxido de carbono. De ahí que estos dos elementos sean claves, ya que permiten un menor consumo de energía, generando un espacio sano y mucho más eficiente. La luz natural es además más económica, por lo que cuidar el planeta también repercutirá positivamente en tu bolsillo.
Conseguir mobiliario reciclado y natural
Existen materiales sostenibles que pueden hacer que tus habitaciones no sean solo atractivos, sino sostenibles. Hay materiales como la madera y el cartón son perfectos para conseguir una decoración eco-amigable, dado que no contienen componentes químicos. Materiales reciclados como los palés, las cajas de madera o fruta pueden ser utilizados para crear estanterías. Las botellas de cristal y el papel de periódico también pueden ser útiles a la hora de conseguir que la decoración sea totalmente respetuosa con el medio ambiente.
