El estilo vintage sigue estando de moda. Y es que, a pesar de haber tenido su boom en los años 90 y principios del 2000, el estilo vuelve a ganar adeptos. Y es que esta forma de decorar, basada en darle un aspecto antiguo a nuestra vivienda, es una de las mas originales y agradecidas que hay. Nuestra vivienda lucirá limpia y bonita, pero con el encanto de antaño. Pero antes de nada, ¿qué es realmente el estilo vintage?
Vintage significa “antiguo” y es un estilo que se basa en la decoración de los años 30 y 40. Es un estilo elegante y moderno, basado en utilizar muebles y disposiciones de una forma moderna pero clásica. Los colores habituales del estilo vintage son el blanco y el blanco roto, que se combina con colores vivos y tonos pastel. Estos colores se pueden aplicar especialmente a la ropa de cama o los manteles. Los clásicos estampados de flores cobran gran protagonismo, ya sea aplicados al papel pintado de las paredes, los muebles o los cojines. Materiales como el mimbre, la forja y la madera también tiene gran relevancia en este tipo de decoración.
Los muebles antiguos, ya sean restaurados o nuevos, le dan carácter a los espacios. En esta tendencia destacan los muebles señoriales de materiales nobles. Encontramos sillas, sillones, sofás, mesas y armarios que tienen un aspecto majestuoso. Muchos de estos muebles se les denomina “Luis XV“ por su aspecto de realeza. En el área de tapicería el rey es el capitoné aplicado a los muebles de madera oscura como el nogal o la caoba y metales como el bronce. También adquieren especial relevancia elementos como los espejos, las lamparas de araña, las plantas y cualquier elemento que de un aspecto antiguo y honorable. Los mapas, los antiguos carteles o los pergaminos enmarcados puedes ser el toque perfecto para su casa de estilo vintage.
