Llega el mes de noviembre, y con Halloween, la noche más aterradora del año. Una festividad que puede ser disfrutada tanto por niños como por adultos. La primera aparición de este evento se remonta a «Samhain», un festival de agricultura celta de 2.000 años que todavía se celebra hoy. Este evento marcaba el final de la temporada de cosecha de otoño y el comienzo del invierno. Durante Samhain, los celtas encendían hogueras y usaban disfraces. Esperaban que estas acciones alejaran a los malos espíritus que creían que tenían poder para destruir sus cultivos antes de la cosecha.
En el siglo VIII, los cristianos también comenzaron a celebrar este evento, pero redefinieron su significado. Bajo el papa Gregorio III, el 1 de noviembre fue designado como el tiempo para honrar a todos los santos. El 31 de octubre se conoció como la víspera de todos los santos y más tarde se llamó Halloween.
Si quieres decorar tu casa para celebrar esta festividad, aquí van algunos elementos:
Calabazas.
No hay anda más típico de Halloween que una calabaza cortada para que parezca que tiene ojos y bocas. Cuanto más malévola sea la sonrisa, mucho mejor.
Murciélagos
Los murciélagos siempre han sido animales aterradores, tanto por su costumbre de vivir en eterna oscuridad, en cuevas o cementerios, así como por la leyenda de los vampiros. Una ristra de murciélagos de cartulina colgados del techo puede ayudarte a ambientar tu casa.
Telarañas
Las telarañas también pueden ser aterradoras, dada la asociación que hacemos con lugares antiguos y abandonados. En las tiendas de disfraces puedes encontrar esprays de telaraña que le darán a tu hogar este toque aterrador que deseas.
Velas
Si hay algo que despierta nuestros instintos más básicos de terror es la oscuridad y lo desconocido. Por eso lo mejor que puedes hacer es apagar todas las luces e iluminar tu casa con velas. Tus invitados huirán despavoridos.