Como venimos comentando en estas líneas, el sector hipotecario español se encuentra en un momento inédito no sólo por la reactivación del mercado inmobiliario tras la crisis económica, sino también por los bajos datos que viene registrando este año el Euribor, índice al que están referenciadas la mayoría de las hipotecas españolas. Y es que el pasado mes de noviembre volvió a marcar mínimos históricos en su tasa mensual al llegar al -0,074%. Tras este nuevo dato ya son diez los meses consecutivos que el indicador hipotecario encadena en negativo.
Con los valores actuales, una hipoteca tipo de 120.000 euros a 20 años con un diferencial de Euribor +1% que tenga que revisarse experimentará una rebaja de casi 100 euros en su cuota anual o, lo que es lo mismo, algo más de ocho euros al mes. En este sentido, desde el sector se prevén nuevas caídas a corto plazo en el indicador debido a la continuación de las políticas monetarias adoptadas desde el Banco Central Europeo (BCE).
De hecho, en la última reunión del BCE no se aclararon las dudas sobre el momento en el que se va a llevar a cabo la puesta en práctica de medidas que favorezcan menos las tasas negativas actuales, aunque el sector parece coincidir en que no se materializarán antes del mes de abril de 2017. Es decir, que los tipos de interés continuarían cotizando en sus niveles actuales hasta el 2018. La facilidad de liquidez que ofrece el BCE a las entidades financieras al prestarles dinero a tipos del 0% hace que la tasa interbancaria continúe con su caída y no se prevean cambios a corto plazo. Todo esto en un contexto en el que la Reserva Federal estadounidense pretende subir los tipos de interés este mes de diciembre de 2016, situación que contrasta con la europea.