Vender una propiedad inmobiliaria es un verdadero reto. Y es que se trata de una de las inversiones más importantes de nuestra vida tanto en términos financieros como de tiempo, pues cuando compramos una vivienda lo hacemos, en la mayoría de los casos, para vivir en ella durante años. Por eso, está claro que el proceso de venta de una propiedad tiene que ser concebido como una gran oportunidad para recuperar esa inversión que se hiciera años atrás en el momento de comprarla. Lógicamente, nos tiene que permitir obtener unos ingresos que a su vez nos abran las puertas del mercado inmobiliario residencial a la hora de comprar una nueva vivienda que volvamos a convertir en nuestro hogar.
En este sentido, si algo ha quedado patente en el sector inmobiliario, es que se cumple el dicho de “una imagen vale más que mil palabras”. La demanda inmobiliaria está cada día más y mejor informada sobre la oferta gracias a Internet. Los portales inmobiliarios nos permiten comparar decenas de viviendas de una misma zona en cuestión de minutos, por lo que si hay un elemento que marca la diferencia de un anuncio inmobiliario es el de la fotografía.
Un demandante de vivienda que sabe lo que busca podrá saber en apenas unos segundos si la vivienda anunciada en la web de una inmobiliaria o en un portal encaja con los requisitos y características que busca para su futura vivienda o no. En esa toma de decisión, las fotografías que hayamos subido al anuncio serán esenciales, pues no dejan de ser el principal reclamo, junto a la ubicación y el precio, para atraer la atención de la oferta y lo que permitirá que nuestro anuncio destaque por encima del resto.
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Es decir, las fotografías serán la tarjeta de presentación de nuestro inmueble y nuestra principal baza para empezar a “enamorar” al futuro comprador. Y es que la persona que quiere adquirir una propiedad inmobiliaria, a diferencia del que sólo quiere alquilarla, realiza su búsqueda con mucha ilusión y expectativas, pues la quiere comprar como un proyecto de vida o como una inversión que le pueda reportar alta rentabilidad a largo plazo. Por eso, un vendedor debe tener muy en cuenta que desde el primer momento que un potencial comprador vea las fotografías de su vivienda puede empezar a soñar con comprarla. Y es ese deseo, ese sueño, el que debe ser estimulado en el proceso de venta de un inmueble.
Fotografía inmobiliaria
La fotografía inmobiliaria, a diferencia de otras disciplinas dentro del ámbito fotográfico, persigue una estilización de la realidad. Es decir, buscan plasmar la vivienda tal y como es, pero siempre tratando de ofrecer su mejor versión. Lo primero que hay que destacar llegados a este punto es que contar con los servicios de un profesional de la fotografía inmobiliaria será de vital importancia para conseguir el resultado que se desea. Si bien ahora las cámaras de los teléfonos móviles consiguen sacar instantáneas de alta calidad, existen un conjunto de técnicas y trucos, más allá de aparatos tecnológicos como cámaras profesionales, focos de iluminación, etc., que podrán mejoran mucho la calidad del trabajo fotográfico para conseguir publicar un anuncio que enamore a la demanda inmobiliaria.
Como el principal objetivo de la sesión fotográfica de nuestra vivienda es sacarle el máximo partido y que puedan relucir sus virtudes y minimizarse sus eventuales puntos flacos, las fotografías de nuestro inmueble tendrán que ser tomadas de manera específicamente orientada a mostrar el estado actual de la vivienda, el tamaño y luminosidad de todas las estancias y con la suficiente perspectiva como para que el potencial comprador pueda, desde su ordenador o teléfono móvil, hacerse una idea bastante próxima de cómo es la vivienda y poder decidir si le interesa concertar una visita para verla in situ. Y en eso, en donpiso somos especialistas, razón por la que realizamos el reportajes fotográficos profesionales de viviendas con imágenes de calidad y fotos 360º para venderla cuanto antes y al mejor precio.
Antes de fotografiar tu piso
Como es lógico, tal y como hemos dicho previamente, un vendedor tratará de colgar en el anuncio de su vivienda en venta las mejores fotografías posibles para captar la atención e interés de sus potenciales compradores y sobresalir por encima del resto de inmuebles de características similares en su zona. Así pues, para que podamos contar con el mejor contexto para la sesión de fotos, tendremos que ser un poco estrategas y, sobre todo, tener en cuenta los siguientes factores:
– Elige un día soleado y una buena hora: Todos queremos encontrar una vivienda que nos permita disfrutar al máximo del sol y de la luz. De manera que, a la hora de vender nuestro piso, tendremos que aprovechar los días de sol para poder presumir al máximo de nuestra vivienda. Además, las cámaras tienen mayor facilidad para fotografiar interiores con luz natural que con luz artificial, por lo que todo son ventajas. Eso sí, en el caso de que los rayos del sol entren directamente dentro de la estancia, deberían evitarse las sombras o un exceso de luz.
– La vivienda ordenada y con decoración “para todos los públicos”: Parece evidente, pero existen muchos anuncios online en los que se ven inmuebles desordenados o con una decoración demasiado llamativa, algo que lejos de captar la atención del comprador hacia la vivienda, la distrae. Será esencial que consigamos combinar el orden con la elegancia y la calidez.
– “Despersonaliza” tu casa: ¡Recuerda! Tu vivienda va a dejar de ser tuya en cuanto la vendas, que es lo que quieres hacer. Por lo tanto, nuestro propósito es que el potencial comprador se imagine viviendo en ella. En la sesión fotográfica deberás tratar de “eliminar” cualquier rastro personal como fotografías o retratos familiares, cuadros u objetos personalizados para que tus fotos muestren tu vivienda tal y como es, pero no la vinculen con su actual dueño.
