La decisión de contratar una hipoteca o alquilar una vivienda es complicada. Tal y como está el mercado en la actualidad, es difícil tomar la decisión. Por un lado, los tipos de interés están altos y los alquileres están caros. Por el otro, la oferta de viviendas en alquiler va a aumentar, así como los tipos de interés. La económia seguirá creciendo, pero nadie puede predecir hasta cuándo. La movilidad laboral, las limitaciones económicas o la precariedad pueden obligar a decantarnos por una u otra. ¿Qué podemos hacer para elegir conscientemente qué es lo que más nos interesa?
Hoy os presentamos las principales ventajas e inconvenientes de una u otra:
Firmar una hipoteca
La principal ventaja, obviamente, es que se trata de la compra de la propiedad. En el momento de finalizar los pagos, la vivienda es tuya. Invertir en patrimonio nos permite tener una seguridad económica, un lugar donde vivir y una herencia que dejar a nuestros hijos. Los inconvenientes, por otro lado, también son numerosos. Es muy complicado ahorrar cuando tenemos una cantidad fija que pagar mes a mes. Las dificultades económicas o laborales pueden interferir en el pago de la hipoteca, además de la fluctuación de los tipos de interés.
Alquilar una vivienda
El gran inconveniente de los alquileres es pagar por una vivienda que nunca va a ser tuya. La situación del mercado ha hecho que los precios de los alquileres se eleven notablemente, especialmente en ciudades como Madrid y Barcelona. Por el contrario, las ventajas del alquiler también son numerosas. En la mayoría de los casos, solo tendremos que pagar los gastos de los consumos que utilizamos, como el luz, agua y el gas, por lo que nos ahorraremos gastos como la comunidad de vecinos y los impuestos municipales. Tenemos más flexibilidad para rescindir el contrato, además de la posibilidad de renegociar el precio a pagar o no tener que invertir en muebles.
