La inflación está afectando a todos los sectores de la economía mundial, por lo que en España también se están notando sus consecuencias.
El sector inmobiliario, como uno de los principales motores económicos del país, está registrando cierta influencia de este fenómeno de subida generalizada de precios en los últimos meses. En este contexto, desde donpiso alertamos de que el efecto inflacionista en los precios de la vivienda favorece la demanda de inversión inmobiliaria tanto para un posterior alquiler del activo como para su venta en el corto o medio plazo.
Nuestros expertos prevén que, si la dinámica del comportamiento del mercado sigue como hasta ahora, podría producirse un descenso de la demanda inmobiliaria efectiva del 15-20%.
Esto se deberá a dos factores principales: por una parte, la incapacidad de una parte de los compradores de asumir el esfuerzo que requiere adquirir una vivienda mediante una hipoteca debido a su reciente encarecimiento: las hipotecas fijas son más caras debido al endurecimiento de las condiciones de las entidades y las variables también lo son por la drástica subida del Euribor.
Por otra parte, hay un segmento de la demanda que está optando por retirarse del mercado debido a la incertidumbre macroeconómica derivada del conflicto bélico en Ucrania.
Emiliano Bermúdez, subdirector general de donpiso, indica que “los precios seguirán subiendo en la segunda parte del año en las principales ciudades españolas, por lo que quien compra hoy, dentro de un año disfrutará de un diferencial al alza en el precio de su propiedad inmobiliaria bastante notable”. “Por otra parte, si se compra para después alquilar, el éxito de la operación está prácticamente garantizado en los principales mercados del país porque la demanda es elevada. De hecho, la rentabilidad anual del alquiler va a seguir estando entre el 5-7%, más allá de la revalorización del activo durante ese tiempo debido a la inflación”.
Eso sí, el experto alerta de que, si la inversión se lleva a cabo para la venta posterior de la vivienda, el inversor deberá tener en cuenta que los plazos de venta están aumentando por el encarecimiento de las hipotecas debido a la inflación. “Si hasta ahora estábamos en plazos de venta de alrededor de 90 días, tras el verano llegaremos a los 120 días”, pronostica.
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