La figura del inversor que busca alta rentabilidad en el mercado inmobiliario comienza a perder peso. Esa es la conclusión que se desprende de la última información difundida por el Consejo General del Notariado. Especialmente teniendo en cuenta que en 2013, el inversor privado llego a ejecutar de media 7 de cada 10 operaciones inmobiliarias, pagando al contado en la mayoría de ellas. El cambio se ha experimentado con los datos de julio, en el que el 48% de las compras de vivienda se hicieron a través de crédito hipotecario. Las compras al contado pasaron a ser el 52%.
El mercado inmobiliario se ha visto dinamizado en los últimos años a través de la inversión privada, que ha buscado rentabilidades que se situaban por encima del 10%. En aquellos años posteriores a la crisis, el desempleo, la falta de créditos y la inestabilidad produjeron que fueran inversores y fondos quienes compraban vivienda en España. La recuperación económica y la concesión de crédito ha hecho regresar a los particulares al mercado de la vivienda. En el mes de julio se firmaron un total de 24.952 hipotecas, un 11,1% más que en el año anterior y la cantidad más elevada desde el año 2012. Otra razón del aumento es la caída de los precios en comparación con 2016. El precio de las viviendas vendidas fue un 4,5% más bajo que en esa fecha, y el precio del metro cuadrado se situó en 1.376 euros. En julio se vendieron viviendas de segunda mano que eran un 5,9% más económicas que el año anterior.
Este abaratamiento ha sido uno de los motivos del crecimiento de las ventas, que aumentaron un 4,6%. Por otro lado, el crecimiento del 5,1% en el precio de la vivienda nueva hizo que las transacciones de esta tipología cayeran un 11,7%. Las viviendas unifamiliares han aumentado un 11,2% interanual.
