A pesar del crecimiento del mercado de obra nueva y la alta demanda, la construcción de vivienda protegida sigue en niveles muy bajos. Esto se explica principalmente por la crisis, dado que las VPO fueron las principales damnificadas por los recortes presupuestarios aplicados desde el 2008. Sin embargo, los niveles de construcción no se han recuperado a pesar del crecimiento del sector. En 2017 solo se entregaron 4.938 viviendas de protección oficial de toda España, lo cual supone un 9,2% del total y lo que la sitúa a niveles que no se veían desde 1950. Una cifra especialmente baja si se tiene en cuenta que hay más de 400.000 solicitantes en lista de espera.
Desde el año 2008, la cifra ha caído de 68.587 pisos a los 4.938 actuales. Y la lista de solicitantes no deja de crecer, especialmente en zonas como Cataluña o Andalucía. Y no solo se trata de personas o familias que, debido a la crisis, no pudieron hacer frente a los pagos de sus viviendas. La lista de demandantes está plagada de jóvenes que, debido a la precariedad laboral, son incapaces de acceder al mercado de la vivienda. España está a la cola en cuanto al parque de vivienda pública, con un 2,5% del total. Países como Holanda (30%), Dinamarca (20%) o Suecia (19%) se sitúan a la cabeza.
Los promotores de vivienda señalan la falta de ayudas como la causa principal, además del cierre del grifo del crédito por parte de las entidades bancarias. En los nuevos presupuestos se van a destinar 350 millones para vivienda social, cifra que los promotores consideran insuficiente, dado que las subvenciones tendrán que distribuirse entre todas las comunidades autónomas y que gran parte de la partida irá destinada a planes antiguos que ya estaban asignadas. Sin un compromiso serio por parte del estado, el parque de VPO seguirá reduciéndose aun más.
